Como es de público conocimiento el gobierno acaba de aumentar nuevamente las retenciones al agro pero ahora haciéndolas móviles. Esta medida es de neto corte confiscatorio y está muy lejos de alentar la productividad agrícola.
En estos momentos estamos de “Paro Comercial” y el objetivo de los productores es que el principal motor del país no entre, en un futuro inmediato, en un indeseable “Paro Cardíaco”. Estas medidas solo llevaran a la paralización de las inversiones por parte de los productores y con ello a la agonía y desaparición de las empresas que dan trabajo gracias a este sector.
En estos momentos estamos de “Paro Comercial” y el objetivo de los productores es que el principal motor del país no entre, en un futuro inmediato, en un indeseable “Paro Cardíaco”. Estas medidas solo llevaran a la paralización de las inversiones por parte de los productores y con ello a la agonía y desaparición de las empresas que dan trabajo gracias a este sector.
Lo peor que puede pasar es que nos gane la inacción. Cada uno de los que integramos este sector económico, desde el lugar que sea, debe rechazar estas medidas confiscatorias y pedir previsibilidad y reglas claras para producir. Para eso tenemos gobernantes y para eso fueron elegidos.
Un dato: los productores agrícolas argentinos aportamos solamente en 2002, plena post devaluación, la friolera de 17 mil millones de dólares. Este dinero que salió de los bolsillos de los productores permitió sacar a nuestra querida patria de la crisis más aguda de su historia a la cual llevaron los mismos políticos de hoy.
Si embargo esta sangría no paró jamás, hoy 6 años después se sigue aumentando las Retenciones al agro para continuar “pagando los platos rotos”, de políticas económicas que a las claras son erróneas y por esto estamos aportando 27 mil millones de dólares.
Algunas aclaraciones que aun no han sido convenientemente explicadas:
El nuevo sistema de Retenciones Móviles establece que mientras más alto es el valor de la soja FOB (Free on the Board- Libre arriba del barco), más será el aumento de las retenciones. Es decir, cuanto más se eleve al valor FOB de la soja, el despojo resultante irá creciendo proporcionalmente.
Aún con valores FOB inferiores a los U$D 600 es un asalto a mano armada, una confiscación abusiva y un despojo descarado. Este nuevo nivel de Retenciones es, lisa y llanamente, una estatización de nuestra producción agrícola.
En el caso hipotético que la soja supere los U$S 1500/Ton. FOB, el precio a productor sería de U$S 350. Exactamente lo mismo que cerró la soja el día viernes 7 de marzo pasado, algo absolutamente imposible que suceda.
Entre los 200 y los 600 dólares la tonelada, crecen tanto los ingresos del productor como los del gobierno, aunque los de este último lo hacen en mayor medida. A partir de los 600 dólares, el precio recibido por los productores queda prácticamente fijo. El 95% del incremento de los ingresos se lo queda el Estado.
También es importante destacar lo siguiente: el paro del campo no es sólo por las retenciones a la soja y al girasol. La leche tiene un 60 % de retenciones!!. La tonelada de leche en polvo se vende al exterior a 5500 u$s y a la industria se le paga u$s 2750. La diferencia se la lleva el gobierno angurriento que en concepto de compensaciones le devuelve al productor entre 1 y 7 centavos por litro.
Los mercados de trigo y ganados también son un ejemplo de cómo las políticas erráticas han destruido una actividad productiva.
Estimado/a: Digamos No a las retenciones y Si al desarrollo del interior del país y su producción. Gracias por comprender y compartir la preocupación.
Un dato: los productores agrícolas argentinos aportamos solamente en 2002, plena post devaluación, la friolera de 17 mil millones de dólares. Este dinero que salió de los bolsillos de los productores permitió sacar a nuestra querida patria de la crisis más aguda de su historia a la cual llevaron los mismos políticos de hoy.
Si embargo esta sangría no paró jamás, hoy 6 años después se sigue aumentando las Retenciones al agro para continuar “pagando los platos rotos”, de políticas económicas que a las claras son erróneas y por esto estamos aportando 27 mil millones de dólares.
Algunas aclaraciones que aun no han sido convenientemente explicadas:
El nuevo sistema de Retenciones Móviles establece que mientras más alto es el valor de la soja FOB (Free on the Board- Libre arriba del barco), más será el aumento de las retenciones. Es decir, cuanto más se eleve al valor FOB de la soja, el despojo resultante irá creciendo proporcionalmente.
Aún con valores FOB inferiores a los U$D 600 es un asalto a mano armada, una confiscación abusiva y un despojo descarado. Este nuevo nivel de Retenciones es, lisa y llanamente, una estatización de nuestra producción agrícola.
En el caso hipotético que la soja supere los U$S 1500/Ton. FOB, el precio a productor sería de U$S 350. Exactamente lo mismo que cerró la soja el día viernes 7 de marzo pasado, algo absolutamente imposible que suceda.
Entre los 200 y los 600 dólares la tonelada, crecen tanto los ingresos del productor como los del gobierno, aunque los de este último lo hacen en mayor medida. A partir de los 600 dólares, el precio recibido por los productores queda prácticamente fijo. El 95% del incremento de los ingresos se lo queda el Estado.
También es importante destacar lo siguiente: el paro del campo no es sólo por las retenciones a la soja y al girasol. La leche tiene un 60 % de retenciones!!. La tonelada de leche en polvo se vende al exterior a 5500 u$s y a la industria se le paga u$s 2750. La diferencia se la lleva el gobierno angurriento que en concepto de compensaciones le devuelve al productor entre 1 y 7 centavos por litro.
Los mercados de trigo y ganados también son un ejemplo de cómo las políticas erráticas han destruido una actividad productiva.
Estimado/a: Digamos No a las retenciones y Si al desarrollo del interior del país y su producción. Gracias por comprender y compartir la preocupación.
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