"Otro gobierno los hubiera desalojado a palos y a gases como merecían"

“Es la primera vez que podemos meterle la mano a estos atorrantes, donde más les duele que es en el bolsillo, con la distribución de la riqueza”.
“No entiendo a los muchachos que jugaron al rugby con los ruralistas. Son los enemigos. Con ellos no hay que jugar ni a la bolita. ¡Al enemigo, ni agua! Estuvieron de cuarta compañeros”.
“Si es necesario hay que ocupar el Congreso, todos los días para que no entre un solo ruralista, para que los ruralistas no tengan ni una baldosa”.
“Hay algunos que se dicen kirchneristas que están cambiando, uno los ve, están girando. Ojo...”.
“El vicepresidente Cobos es un traidor. No me extraña nada de él, porque toda la vida los radicales fueron traidores. Él está pensando que si se va Cristina, puede quedar él".
"Son unos golpistas Hijos de Puta que se quieren quedar con todo. Ellos pintan un toro porque son cornudos. De Angeli es como una bailarina del caño de Tinelli, va a durar tres días”.
“¡Deberíamos tomar Canal 7 y Radio Nacional!! Lo digo en serio. Y eso no es violencia. Es poner los medios al servicio del pueblo. Todavía hay muchos menemistas ahí que hay que echar. Y no digan que eso sería una medida violenta. Sería poner, por fin, algunos medios al servicio del pueblo. Si ustedes quieren, lo podemos hacer ya”.
“Ellos quieren dar un golpe. No se pintaron la cara, pero andan cerca. Nosotros nos dormimos. No hay mejor defensa que un buen ataque y ellos nos están atacando”.
Dixit: Hebe de Bonafini en la carpa de Emilio Pérsico (Moviminento Evita)

Se hace evidente que el país avanza impulsado por personas que han hecho de sus banderas pabellones de guerra. Hebe de Bonafini, con sus declaraciones truculentas, deja bien a las claras que su objetivo no son los derechos humanos sino la sangre de todo aquel a quien considere su oponente.
Néstor Kirchner hace lo mismo, en todos y cada uno de los terrenos donde ha buscado dar batalla. Hasta ahora queda muy en claro que los motores de esta guerra son Hebe de Bonafini y Néstor Kirchner. Curiosamente ambos sin responsabilidades de gobierno ni cívicas, más allá de presidir dos estructuras cuyos fines abiertamente deforman para favorecer sus respectivos accionares.
Cuando Hebe de Bonafini dice “al enemigo ni agua”, cuando Néstor Kirchner dice “los quiero ver de rodillas” u ordena a los legisladores de su partido que “tengan coraje, pónganla, jueguen con fuerza”, ni la primera busca defender los derechos humanos ni el otro la “mesa digna de los argentinos”.
Ya no importan las retenciones, la redistribución o los derechos humanos, se han perdido las reglas de convivencia y hasta las conductas mínimas que aun para casos de guerra la humanidad plasmó en la Convención de Ginebra.
Cuando alguien es capaz de afrontar libre de cuerpo semejantes costos para imponer sus ideas la razón probablemente haya que buscarla entre las patologías psíquicas y no entre las ideologías. Algo que quienes apoyan sus posturas en cada uno de los temas harían bien en considerar seriamente antes de librar la guerra total que esta gente impulsa.

Pregunto: ¿Que pasaría si Alfredo De Angelis sale a decir que a los oficialistas y a los de las carpas k hay que molerlos a palos?.