La ultima ilusión...

Me llama la atención el recibimiento que al “Melli” De Angelis le están dando en las distintas asambleas chacareras del interior productivo. La gente lo quiere tocar, abrazar, corean su nombre, parece un ídolo.
Es imposible no preguntarse qué tiene este hombre con el cual nos sentimos tan identificados.
No lo conocemos, no sabemos de él mas que su nombre, que es mellizo de otro que también es luchador, que no le tubo miedo ni a los matones ni a las cámaras de televisión ni a la propia presidenta. Es decir sabemos poco y nada, solo conocemos actitudes.
Quizás sean estas cualidades de hombre rustico y de trabajo lo que anima a creer en que es probable y digo solo probable que haya aparecido un referente agrario como nunca lo tuvo el sector.
Algo es innegable, habla nuestro idioma, parece ser decente, lucha por una causa que siente propia (no por plata), no tiene léxico político pero usa con justeza sus palabras, conoce la vida de campo, tiene la huella propia de los que saben donde pegar y cómo, puede demostrar de donde viene y cómo llegó donde está, va de frente y conoce perfectamente de lo que habla.
El chacarero argentino es un hombre desconfiado y acostumbrado a manejar códigos. No soporta que alguien que desconoce la vida de campo y la producción se entrometa opinando sin conocer.
Alfredo De Angelis, ha logrado hacer creer a los chacareros chicos y medianos en que no todo esta perdido.
Alfredo logró que estos hombres lo vean con admiración y esperanza.
Esperemos que Alfredo no defraude la última ilusión.