Kirchner no es montonero, ni tampoco su gobierno. Ríos de tinta se escribieron para detallar que apenas fue un cuadro menor de la superficie “Monto”, quíen como tantos de esa época, apenas se puso un poco áspero corrió a refugiarse al sur para abrir su estudio y hacer dinero.
Todos sabemos que Kirchner no sólo jamás tuvo un gesto heroico antes del golpe del 76, tampoco lo tuvo después. Jamás respaldó a la militancia de derechos humanos durante la década del 80 ni de los 90, ni tampoco refugió o defendió como abogado a ex compañeros. Ojo tampoco estaba obligado a hacerlo ya que el miedo es algo racional.
Pero está claro que si ahora se refugia en un pasado heroico que no tuvo, es al sólo efecto de encontrar una justificación ideológica que oculte sus errores políticos descomunales y su incapacidad para gobernar la sociedad argentina.
Otra cosa que esta aclaro es que así suma como adherentes a militantes o sus familiares o sus amigos de los 70 que sí padecieron la persecución, la cárcel, el secuestro y la tortura. O, por lo menos a algunos.
También hay que tener en claro que muchos militantes, familiares y amigos de la militancia de los 70 no están a favor de la Resolución 125 ni de la visión maniqueísta del gobierno kirchnerista, como Lozano, Macaluse, Buzzi y yo mismo, por tirar algunos pocos nombres.
José Pablo Feimann dice el domingo, en Página/12, “todo lo que ha ocurrido hasta ahora tiene por finalidad minar el poder de este gobierno. Debilitarlo, restarle credibilidad, restarle gobernabilidad. Para el Poder agrícola-mediático éste un gobierno muy irritante. Que sea peronista no les importa tanto…La finalidad es: que “la pareja montonera” se vaya lo antes posible, sacarlos de la foto. No piden que se vayan todos. Piden que se vayan “ellos”.”
No, estimado José. No corresponde, porque se trata de un falso dilema que pretenden instalar justamente los ex montoneros, hayan pasado o no a la clandestinidad en 1975 (es decir, hayan decidido tomar las armas como única opción frente a la violencia del Estado desplegada bajo el liderazgo de la Triple A, o se hayan retirado a espacios más apacibles como la JP Lealtad, contraria a desafiar al Perón del 74.)
Es un falso dilema, porque como dijo acertadamente Mario Llambías, el campo no es la Unión Democrática, por varias razones. Entre otras, porque Néstor y Cristina tampoco son Perón y Evita.
Todos sabemos que Kirchner no sólo jamás tuvo un gesto heroico antes del golpe del 76, tampoco lo tuvo después. Jamás respaldó a la militancia de derechos humanos durante la década del 80 ni de los 90, ni tampoco refugió o defendió como abogado a ex compañeros. Ojo tampoco estaba obligado a hacerlo ya que el miedo es algo racional.
Pero está claro que si ahora se refugia en un pasado heroico que no tuvo, es al sólo efecto de encontrar una justificación ideológica que oculte sus errores políticos descomunales y su incapacidad para gobernar la sociedad argentina.
Otra cosa que esta aclaro es que así suma como adherentes a militantes o sus familiares o sus amigos de los 70 que sí padecieron la persecución, la cárcel, el secuestro y la tortura. O, por lo menos a algunos.
También hay que tener en claro que muchos militantes, familiares y amigos de la militancia de los 70 no están a favor de la Resolución 125 ni de la visión maniqueísta del gobierno kirchnerista, como Lozano, Macaluse, Buzzi y yo mismo, por tirar algunos pocos nombres.
José Pablo Feimann dice el domingo, en Página/12, “todo lo que ha ocurrido hasta ahora tiene por finalidad minar el poder de este gobierno. Debilitarlo, restarle credibilidad, restarle gobernabilidad. Para el Poder agrícola-mediático éste un gobierno muy irritante. Que sea peronista no les importa tanto…La finalidad es: que “la pareja montonera” se vaya lo antes posible, sacarlos de la foto. No piden que se vayan todos. Piden que se vayan “ellos”.”
No, estimado José. No corresponde, porque se trata de un falso dilema que pretenden instalar justamente los ex montoneros, hayan pasado o no a la clandestinidad en 1975 (es decir, hayan decidido tomar las armas como única opción frente a la violencia del Estado desplegada bajo el liderazgo de la Triple A, o se hayan retirado a espacios más apacibles como la JP Lealtad, contraria a desafiar al Perón del 74.)
Es un falso dilema, porque como dijo acertadamente Mario Llambías, el campo no es la Unión Democrática, por varias razones. Entre otras, porque Néstor y Cristina tampoco son Perón y Evita.
Del mismo modo, si bien es cierto que muchos manifestantes del campo y de la Ciudad manifiestan a viva voz su antimontonerismo, es absurdo creer que Hugo Moyano, Paolo Rocca, Daniel Hadad, Alberto Samid, José María Díaz Bancalari o Eduardo Borocotó, por tirar algunos nombres, sean defensores de los montoneros.
¿¿O alguien piensa que esto podría ser???. Observen la foto, ¿no es linda esta parejita?
¿¿O alguien piensa que esto podría ser???. Observen la foto, ¿no es linda esta parejita?
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