Guillermo Moreno hace gala a su militancia social, él sí que es redistribuidor de la riqueza!!!.
La obsesión de Guillermo Moreno por forzar a los empresarios a que manejen sus negocios según la voluntad K lo llevó a pasarse del otro lado del mostrador.
Uno de sus “muchachos” abrirá un frigorífico. Ahora lo llaman “Moreno el carnicero”.
Es una inversión de 2,3 millones de dólares en Victoria, Entre Ríos, en una zona afectada por incendios. El emprendedor oculto es el matarife Jorge “el Negro” Martínez, que reparte trompadas entre colegas que critican al secretario de Comercio.
En Victoria, Entre Ríos, un empresario bonaerense de la industria frigorífica consiguió un estupendo negocio con la cesión de cuatro hectáreas de tierras fiscales y la bonhomía de las autoridades que le permitirán no pagar canon durante diez años. La noticia, publicada ayer por Crítica de Santa Fe, es de interés nacional, porque quien está detrás de la operación es el matarife Jorge Martínez, miembro estable del grupo de choque del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno……..
Jorge Martínez carecía de popularidad hasta que en la primera semana de marzo de 2008 todos los diarios tuvieron que hablar de él. De sus cadenas de oro. De su camioneta con tracción en las cuatro ruedas. De su costumbre de ir armado. De su metro noventa. Y de sus piñas. Más bien del pack de trompadas con las que se lució una noche de jueves en medio de una reunión con cena de la cámara de frigoríficos que le vende al mercado interno (Ciccra). La embestida incluyó, contaron los comensales, el revoleo de platos y hasta de una hielera. La bravura de Martínez pudo constatarse en la cara de Miguel Schiariti, presidente de Ciccra, que por esos días se negaba a firmar un acuerdo con el secretario de Comercio y que acababa de distribuir un duro documento contra el funcionario K donde denunciaba amenazas. Hasta el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, horas después, pudo constatarlo cuando Schiariti le detalló el episodio en su despacho, con gestos de dolor por las heridas y hasta un brazo entablillado.
Fue entonces que se supo que Jorge Martínez, el Negro, era el empresario que había elegido Moreno para conquistar el difícil mundo de los frigoríficos en su afán por impedir la disparada de precios que, entonces como ahora, subían a ritmo sostenido. Se conoció también que Martínez mantenía reuniones con el secretario de Comercio. Y que una de ellas había sido pocas horas antes de dar su demostración, a la hora de los bifes, cuando Moreno presentó a Martínez como “un delegado de Ciccra que apoya la propuesta” en la Jefatura de Gabinete.En aquellos días de fama, se supo que Martínez era dueño de las firmas Agroflex y Panamericano. Que su fuerte en el mundo cárnico era el negocio de los subproductos que se obtienen durante el proceso industrial. Y que su especialidad es el cebo.Ayer, Crítica de Santa Fe desnudó que Martínez está detrás de un nuevo emprendimiento K; en este caso, un frigorífico con capacidad para faenar 500 cabezas de ganado por día, que se instalará en tierras fiscales del área industrial de Victoria, en una zona de islas que forman parte de una dura disputa entre el gobierno entrerriano y el santafesino, que quiere crear en ese lugar un parque regional.
Esas tierras fueron acechadas en los últimos tiempos por incendios.
La cara visible del proyecto es Guillermo Oscar Huarte, un operador de Martínez que prometió una inversión de 2.300.000 dólares y empleo para 70 personas, a cambio de un contrato por 15 años, que se podrá prorrogar por otros 15, en los que no pagará canon por una década y, en los últimos cinco, abonará el equivalente de cinco sueldos municipales categoría uno (traducido a valores de hoy, cuatro mil pesos).
Lo curioso es que Huarte figura en la AFIP como un pequeño contribuyente, prestador de servicios a bares y cantinas: nada que explique el capital del que dispone para su nuevo emprendimiento.El intendente de Victoria, César Garcilazo, confirmó que quienes se instalarán “pertenecen a las firmas Agroflex y Panamericano Exportadora S.A.”, de las localidades bonaerenses de Moreno y Escobar. Este diario publicó ayer que entre los antecedentes de Agroflex y Panamericano Exportadora S.A. hay puntos oscuros: Agroflex fue clausurada en 2004 por tirar efluentes sin filtrar al río Reconquista, y Panamericano figura entre los principales evasores de la industria cárnica –según el ente recaudador bonaerense– con una deuda de 5.714.283 pesos.La construcción de la planta frigorífica se aprobará el miércoles próximo. El proyecto entró al Concejo Municipal de Victoria el 11 de agosto pasado para “ceder la tenencia y el derecho al uso de terrenos fiscales” de cuatro hectáreas de una zona industrial, cercana al arroyo El Ceibo. La confirmación removerá las cenizas de la polémica que estalló esta semana entre el gobierno de Entre Ríos y el de Santa Fe, que debaten cuál debería ser el destino de la zona. Santa Fe prefiere que se preserve la flora y la fauna del humedal. Entre Ríos apuesta a la vacas. El secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y su destacado púgil, Jorge “el Negro” Martínez, agradecidos.
La obsesión de Guillermo Moreno por forzar a los empresarios a que manejen sus negocios según la voluntad K lo llevó a pasarse del otro lado del mostrador.
Uno de sus “muchachos” abrirá un frigorífico. Ahora lo llaman “Moreno el carnicero”.
Es una inversión de 2,3 millones de dólares en Victoria, Entre Ríos, en una zona afectada por incendios. El emprendedor oculto es el matarife Jorge “el Negro” Martínez, que reparte trompadas entre colegas que critican al secretario de Comercio.
En Victoria, Entre Ríos, un empresario bonaerense de la industria frigorífica consiguió un estupendo negocio con la cesión de cuatro hectáreas de tierras fiscales y la bonhomía de las autoridades que le permitirán no pagar canon durante diez años. La noticia, publicada ayer por Crítica de Santa Fe, es de interés nacional, porque quien está detrás de la operación es el matarife Jorge Martínez, miembro estable del grupo de choque del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno……..
Jorge Martínez carecía de popularidad hasta que en la primera semana de marzo de 2008 todos los diarios tuvieron que hablar de él. De sus cadenas de oro. De su camioneta con tracción en las cuatro ruedas. De su costumbre de ir armado. De su metro noventa. Y de sus piñas. Más bien del pack de trompadas con las que se lució una noche de jueves en medio de una reunión con cena de la cámara de frigoríficos que le vende al mercado interno (Ciccra). La embestida incluyó, contaron los comensales, el revoleo de platos y hasta de una hielera. La bravura de Martínez pudo constatarse en la cara de Miguel Schiariti, presidente de Ciccra, que por esos días se negaba a firmar un acuerdo con el secretario de Comercio y que acababa de distribuir un duro documento contra el funcionario K donde denunciaba amenazas. Hasta el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, horas después, pudo constatarlo cuando Schiariti le detalló el episodio en su despacho, con gestos de dolor por las heridas y hasta un brazo entablillado.
Fue entonces que se supo que Jorge Martínez, el Negro, era el empresario que había elegido Moreno para conquistar el difícil mundo de los frigoríficos en su afán por impedir la disparada de precios que, entonces como ahora, subían a ritmo sostenido. Se conoció también que Martínez mantenía reuniones con el secretario de Comercio. Y que una de ellas había sido pocas horas antes de dar su demostración, a la hora de los bifes, cuando Moreno presentó a Martínez como “un delegado de Ciccra que apoya la propuesta” en la Jefatura de Gabinete.En aquellos días de fama, se supo que Martínez era dueño de las firmas Agroflex y Panamericano. Que su fuerte en el mundo cárnico era el negocio de los subproductos que se obtienen durante el proceso industrial. Y que su especialidad es el cebo.Ayer, Crítica de Santa Fe desnudó que Martínez está detrás de un nuevo emprendimiento K; en este caso, un frigorífico con capacidad para faenar 500 cabezas de ganado por día, que se instalará en tierras fiscales del área industrial de Victoria, en una zona de islas que forman parte de una dura disputa entre el gobierno entrerriano y el santafesino, que quiere crear en ese lugar un parque regional.
Esas tierras fueron acechadas en los últimos tiempos por incendios.
La cara visible del proyecto es Guillermo Oscar Huarte, un operador de Martínez que prometió una inversión de 2.300.000 dólares y empleo para 70 personas, a cambio de un contrato por 15 años, que se podrá prorrogar por otros 15, en los que no pagará canon por una década y, en los últimos cinco, abonará el equivalente de cinco sueldos municipales categoría uno (traducido a valores de hoy, cuatro mil pesos).
Lo curioso es que Huarte figura en la AFIP como un pequeño contribuyente, prestador de servicios a bares y cantinas: nada que explique el capital del que dispone para su nuevo emprendimiento.El intendente de Victoria, César Garcilazo, confirmó que quienes se instalarán “pertenecen a las firmas Agroflex y Panamericano Exportadora S.A.”, de las localidades bonaerenses de Moreno y Escobar. Este diario publicó ayer que entre los antecedentes de Agroflex y Panamericano Exportadora S.A. hay puntos oscuros: Agroflex fue clausurada en 2004 por tirar efluentes sin filtrar al río Reconquista, y Panamericano figura entre los principales evasores de la industria cárnica –según el ente recaudador bonaerense– con una deuda de 5.714.283 pesos.La construcción de la planta frigorífica se aprobará el miércoles próximo. El proyecto entró al Concejo Municipal de Victoria el 11 de agosto pasado para “ceder la tenencia y el derecho al uso de terrenos fiscales” de cuatro hectáreas de una zona industrial, cercana al arroyo El Ceibo. La confirmación removerá las cenizas de la polémica que estalló esta semana entre el gobierno de Entre Ríos y el de Santa Fe, que debaten cuál debería ser el destino de la zona. Santa Fe prefiere que se preserve la flora y la fauna del humedal. Entre Ríos apuesta a la vacas. El secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y su destacado púgil, Jorge “el Negro” Martínez, agradecidos.
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