En una nota que apareció hoy en el diario La Nación aparecen datos por demás de inquietantes.
Es que todos sabemos cómo nos va a cada uno, a algunos mejor a otros peor. Lo cierto es que se debe analizar el conjunto de los productores y no las particularidades de quienes componen el sector.
Por esto hay solo una palabra que grafica la situación del sector agropecuario nacional: Quebranto.
En la nota de hoy se especifican algunos número que le ponen más dramatismo a este quebranto.
Pese a los malos resultados que se van registrando con el avance de la cosecha de soja y maíz, con rendimientos incluso por debajo de cualquier proyección inicial por la sequía, los productores se están planteando qué hacer con su producción.
Lo que esta definiendo para dónde salir es el tamaño de la explotación agropecuaria y qué hizo y dónde puso los recursos obtenidos en las ultimas campañas.
Esto se divide en tres categorías, los pequeños, los medianos y los grandes sembradores.
Esto dice la nota:
Los "grandes sembradores", sobre todo quienes arriendan tierras, están abocados en ver cómo salen de los quebrantos de más de 200 dólares por hectárea que tienen esta campaña y en hacer contratos que impliquen compartir riesgos. A modo de ejemplo, hoy un pool que siembra al menos 35.000 hectáreas pierde US$ 7 millones.
Otro ejemplo: según un trabajo de Juan A. Del Río, de Aacrea, con un modelo de empresa de La Paz, Entre Ríos (500 hectáreas, 70% alquilado, 65% de soja de primera, endeudamiento el 25% sobre activo, con as retenciones actuales y desvalorización el capital tierra) en esta campaña se perderían 540 dólares or hectárea. Para el próximo ciclo, a capacidad de siembra se reduciría n 23,9%, el patrimonio bajaría un 39% y habría que liquidar un 19% de la tierra para cubrir las deudas.
Según Carlos Calvo, de Red Surcos, "con lo poco que va a cosechar el productor va a cumplir sus obligaciones y tratará de seguir produciendo". "Los productores chicos y los arrendatarios a duras penas podrán cumplir sus compromisos", expresó Guillermo Aiello, de 3-El Semillas. "El productor intentara arreglar las cuentas", coincidió Guillermo Cavalleri, de Ceres Tolvas.
Para Fernández Palma, quien tuvo una cosecha mala o regular, "no puede guardar". "Una gran mayoría de no propietarios va a tener que vender porque no les va a alcanzar para pagar las cuentas", añadió Marcos Rodrigué. Según el productor, "la gente va a esperar a ver qué pasa con las elecciones".
Por su parte, Oscar Alvarado, presidente de Aacrea, subrayó que los productores buscarán "defender" lo poco producido. "Mi impresión es que la mayoría intentará defender el valor de lo poco producido buscando guardar sin vender lo que pueda. La expectativa de baja de retenciones en algún momento del año lleva a tratar de hacerlo. Por otro lado, el nivel de incertidumbre es tan pero tan alto que pocos, muy pocos, están tomando decisiones de alquilar y menos aún de sembrar trigo o cosecha fina", precisó Alvarado.
Para Alejandro Erasun, de la Consultora Agropecuaria Juárez, "de acá a las elecciones los productores van a sobrevivir y gastarán lo menos posible en todo". En rigor, de cara a los próximos meses sólo parece haber más incertidumbre. "El productor va a sembrar lo que pueda, menos que el año pasado, con mínima tecnología y casi todo soja", remarcó Guillermo Bernaudo, asesor del CREA La Paz. "Hay mucha incertidumbre en qué sembrar o cuánto de cada uno", concluyó Agustín Avellaneda.
sábado, 4 de abril de 2009
Quebrantos irremediables
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