viernes, 27 de febrero de 2009

Banderazo y nacionalización


Banderazo en Tres Arrollos día jueves 26 de febrero 2009.
En horas de la tarde empezó a correr el rumor de que se nacionalizaria el comercio de granos al estilo JNG o Iapi.
Alguien arriesga o aventura lo que podría suceder si una medida de este tipo se pone por decreto??
Seamos realistas. Esta verción ya había aparecido en medio de la lucha contra la 125 y siempre estuvo como una espada de Damocles sobre las cabezas de los chacareros.
De todas formas se parte de un error. Hay cálculos encontrados sobre cuánta soja queda en el campo. El Gobierno habló de 9 millones de toneladas (lo dijo la Debora Giorgi en A Dos Voces este miercoles), un 20% de la última cosecha, que podrían exportarse a unos US$ 2.900 millones.
Pero el mercado es mucho más conservador y habla de entre 4 y 6 millones de toneladas. Ee evidente que el Gobierno está urgido de dólares.
Lo delata otro dato: la ONCCA ahora sólo habilita exportaciones de granos a las empresas que adelantar el pago de retenciones.
¿Pero realmente se piensa en la posibilidad de convertir la ONCCA en administrador de exportaciones agrícolas por más de US$ 20.000 millones?
Algunos empresarios admiten haber oído la idea del propio Echegaray y del secretario Guillermo Moreno y hay un integrante de la Mesa de Enlace que dice que escuchó esto de voca de la Giorgi cuando por lo bajo le dijo a Cheppi:
"Si estos supieran que vamos camino a la nacionalización del comercio de granos".
La verdad uno a esta altura ya no sabe que es verdad y que es "chicana" política. Lo cierto es que una medida de este tenor por mas que se aplique un decreto de necesidad y urgencia debe si o si pasar por el Congreso y, si mal no saco las cuentas, una medida de este tipo NO pasaría la cámara de diputados.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Mira que ha sido explicado…., pero nada


¿Por qué la agencia Télam insistirá con lo de 'presidenta'?)

Esta perfecto que se le diga presiden-ta.

Es que el sufijo **ente** se utiliza a quien ejerce la acción que indica el verbo, significa con capacidad o que tiene entidad.

Quien ejerce la presidencia o preside “con capacidad” es presiden-te.

Lo que sucede es que Cristina nooooooooo, ella es presiden-ta y ya no tiene oportunidad de cambiar...aunque se vista de seda.....mona queda.


Un dato:

Desde el inicio del gobierno de la familia Kirchner, el campo ha contribuido al gobierno en concepto de retenciones $30.000.000.000.

Para tener una idea de la magnitud de dicha suma, dado que la mente humana tiene dificultad para imaginar grandes números les propongo el siguiente escenario:

Si el gobierno Argentino hubiese comenzado a gastar $30.000.000 por mes en infraestructura, caminos, puentes, hospitales, escuelas, digitalización de la Justicia, vacunas, investigación científica, etc. el primer día de la asunción al poder del Presidente Hipólito Irigoyen (1928) todavía no hubiese terminado de gastar ese dinero.

Mi pregunta es, donde se invirtió esa fortuna recaudada en los últimos 5 años????


Ahora, la foto que ilustra el post es MORTAL!!! La puse solo a los efectos de alegrar el día, por que ojo es para reir. Por que para llorar mejor elijamos otras cosas, no esta, no lo vale.
Mirá la cara del "loco", atrás. jajajaja.

viernes, 20 de febrero de 2009

Romero dijo que este gobierno es Stalinista..., veamos si es así


El día de hoy de dió un caso muy interesante con el senador por la provincia de Salta, Juan Carlos Romero. El cual aclaro, no es santo de mi devoción, pero se animó a algo que nadie jamás había hecho público.

Esto dijo el diario La Nacion: Romero presentó en las últimas horas su renuncia al bloque del Frente para la Victoria en el Senado, tal como a principios de semana lo había hecho Carlos Reutemann.
El ex gobernador formalizó su dimisión a través de una extensa carta que envió al jefe del bloque oficialista Miguel Pichetto, en la que expresó duras críticas al Gobierno.
En la carta, Romero cuestionó la "falta de diálogo e intolerancia" de la Casa Rosada con a varios sectores y, en particular con el campo.
Luego, en declaraciones a TN, el senador fue aún más duro. Acusó al oficialismo de usar la "venganza" como "método para ganar amigos y enemigos" y de tener lo que llamó una "visión estalinista".



Coooomoooo??'?, Stalinistas????, queeee es estoooooo? dijo Moria.

Veamos si es así o si el senador esta exagerando.


El imperio del mal que construyó Stalin se basó en la apropiación de la renta agraria. ¿Algún punto de contacto con el proyecto kirchnerista?


Cuando en 1924, Iósif Vissariónovich Dzhugashvili –el sanguinario déspota soviético más conocido como Stalin– fue designado secretario general del partido, se propuso un objetivo delirante: acumular poder y someter al pueblo ruso por medio del terror.


Desde el principio comprendió que el gran obstáculo para su proyecto de megalomanía iban a ser los campesinos de “las tierras negras de Ucrania”, una de las más feraces planicies del mundo junto con “la pampa argentina”.


Viajeros de la época testimoniaban: “He atravesado Ucrania y descubierto una maravilla: es un inmenso jardín agrícola en pleno rendimiento y de una belleza natural inenarrable, las parcelas de tierra están admirablemente irrigadas y cultivadas con cosechas que la paleta del mejor pintor no podría repetir” (1).


Las razones del odio de Stalin fueron explicables. Los kulaks o pequeños campesinos propietarios de la tierra eran personas independientes. Quien tiene una propiedad y puede explotarla para conseguir una renta se aferra a la tierra porque obtiene independencia económica y sólo con ella adquiere libertad política para no someterse a los caprichos del déspota de turno.


En consecuencia, decidió aplastarlos y “liquidarlos como clase social” mediante la expoliación de la producción rural y la obligación legal de seguir sembrando para asegurar la alimentación, a bajo costo, de los trabajadores de la industria pesada y los soldados del ejército rojo. Con la picardía propia de un “agitprop” (activista político que nunca se había ganado la vida trabajando), Stalin no quiso expropiar la propiedad sino quedarse con la renta agraria, de manera que podía convertirlos en siervos de la gleba.


Pero, los campesinos rusos que explotaban la tierra de sus ancestros se resistieron a verse denigrados y despojados del fruto de su trabajo. Se opusieron tenazmente a entregarles el ganado y el cereal de sus campos. Organizaron la resistencia, escondieron las cosechas en silos subterráneos protegidos con telas embreadas con alquitrán y bloquearon los caminos para evitar el saqueo de sus productos.


Ello enfureció al déspota Stalin quien decidió recurrir a la fuerza bruta y desencadenó una violenta campaña propagandística contra el campo acusándolos de egoístas, ricos oligarcas, subversivos y enemigos del pueblo soviético. No pudo enviar al ejército rojo para reprimirlos porque estaban dispersos en una multitud de pequeños lugares y el ejército se agotaría en una infinita serie de minúsculas batallas. Entonces organizó fuerzas de choque compuestas por milicias dirigidas por comisarios políticos. Pero además dispuso matarlos de hambre. Comenzó por acusarlos de violar una ley absurda que establecía como delitos graves:

a) suministrar datos falsos en las declaraciones juradas, b) vender clandestinamente los cereales y oleaginosas, c) consumir en forma particular el propio ganado, d) resistir la entrega de la producción al Estado y e) negarse a sembrar o cosechar los productos exigidos por el gobierno.


Las medidas fueron en aumento. Requisó toda la producción agrícola y el ganado alegando que no aseguraban el abastecimiento de las poblaciones urbanas.


En un documentado libro (2) pueden verse centenares de fotografías escalofriantes (de 1932 a 1933) donde casi diez millones de personas fueron deportadas a campos de concentración en Siberia, en los que perecieron una tercera parte. Enfrentados a la propaganda soviética y a la irracional batalla, muchos kulaks se rebelaron incluso matando a las autoridades políticas locales. Pero el éxito de los agricultores fue breve. El ejército rojo comandado por comisarios políticos fue enviado a ahogar la rebelión agraria.


La policía secreta GPU inició una campaña de terror para abatir el ánimo de los rebeldes. Cuando los propios dirigentes locales del partido comunista pidieron a Stalin un poco de clemencia, éste les respondió ordenando exterminar a esos dirigentes con la pena de fusilamiento y convirtió a Ucrania en un inmenso campo de concentración. La policía secreta Checa -luego GPU- más las brigadas de choque enviadas desde Moscú aterrorizaron a los campesinos haciendo inspecciones aleatorias en los campos y requisando todo cereal o ganado que encontrasen, considerados ahora propiedad sagrada del Estado soviético.


Los milicianos que atacaban a los campesinos constituían el “lumpen proletariat” y eran reclutados entre los miserables de las ciudades y los komsomoles soviéticos.


Una famosa ley promulgada el 7 de agosto de 1932 establecía la condena de 10 años en campos de concentración a menores de edad o la pena de muerte para los adultos, por cualquier ocultamiento, robo o disposición de la producción socialista. Se la conoció como la “ley de la espiga” porque las personas eran condenadas a muerte por haber consumido espigas de trigo o de cebada de sus propios campos. Cualquier productor rural que carneara un cerdo de su propiedad para alimentar a su familia era ajusticiado inmediatamente.


El efecto no podía ser otro que un abandono masivo de las explotaciones rurales y una hambruna extendida por todo el país entre 1932 y 1933. Millones de personas murieron porque no había comida. Las fotografías de la época muestran a miles de niños con aspecto esquelético y el abdomen hinchado, sin fuerzas para caminar. Las madres rusas (3) abandonaban a sus hijos en los vagones de trenes que iban hacia Moscú, Kiev, Stalingrado y Leningrado con la esperanza de que alguien pudiera cuidarlos y darles comida.


Aquellos adultos que tenían el vientre hinchado por el hambre eran transportados en trenes de mercancías hacia el campo y abandonados a cincuenta kilómetros de las ciudades de manera que se murieran sin que se los viera. A la llegada en los lugares de descarga, los milicianos excavaban grandes fosas y tiraban los muertos de los vagones.


Los ucranianos tuvieron que comer raíces, perros, gatos, ratas, pájaros y albóndigas de papel de diario hechas digeribles con levadura de cerveza. Incluso se dieron casos de canibalismo que provocaron la sanción de una ley inédita que prohibía a los adultos comerse a los niños o a mayores vivos. Diariamente perecían 25 mil personas. Los países civilizados de occidente, horrorizados, pretendieron enviar una ayuda humanitaria, pero el sanguinario déspota de Stalin confiscó las cargas de alimentos y las destinó a la clase dirigente.


En dos años las unidades productivas del campo se redujeron a la mitad y tanto la agricultura como la lechería, ganadería y producciones regionales se hundieron en un profundo marasmo. La expropiación de las mejores tierras de Ucrania y Rusia produjo inmensas pérdidas, pero la locura de Salín hizo proseguir el exterminio sin la menor piedad y terminó liquidando la clase de campesinos propietarios, instaurando los koljoses o sea colectivizando la tierra a cargo de secuaces designados por el gobierno. La industria -que nunca había sido solidaria con el campo- comenzó a desarrollarse sobre su cadáver y destinó su producción a fabricar armamentos, aviones y blindados para las fuerzas armadas.


En los archivos presidenciales de Stalin, recientemente abiertos al público, existe el testimonio del comisario político Mijaíl Shólojov (clasificado con el nº 45-1/827-7-22) donde informa al déspota:
“Camarada Stalin. En el mes de diciembre aceleramos la campaña y dispusimos:
1º requisar los cereales que tenían en los graneros, incluido el anticipo entregado para simiente de la próxima cosecha
2º como los campesinos enterraban el trigo y el girasol en silos subterráneos dispusimos aplicarles dos tipos de penas: el método del frío y el del calor.
3º El método del frío consiste en desnudar al productor en pleno invierno y ponerlo al fresco en hangares. A menudo lo hemos hecho con grupos de centenares de kulaks.
4º El método del calor consiste en rociarles los pies y las faldas con keroseno y prenderles fuego, después se apaga y se vuelve a empezar.
5º Una variante la hicimos en el koljoz de Napolovski, un tal Plotkin “plenipotenciario del comité local” obligó a los colonos interrogados a tenderse sobre una placa calentada al rojo vivo, después los descalentábamos encerrándolos desnudos en el hangar.
6º En el koljoz Lebyazhenski pusimos a los campesinos a lo largo de un muro y simulamos una ejecución. Así y todo el resultado no fue muy bueno”.


La respuesta de Stalìn, fechada el 6 de mayo de 1933 de puño y letra, no es menos estremecedora:”Querido Camarada Shólojov. Esta es una cuestión verdaderamente política y por eso hay que saber ver el otro lado de la realidad. Y ese otro aspecto es que los respetados trabajadores rurales de su distrito están en huelga y llevan a cabo un sabotaje porque están dispuestos a desabastecer y dejar sin pan a los obreros y al Ejército Rojo. El hecho de que este sabotaje sea silencioso, y en apariencia pacífico, no cambia en absoluto el fondo del asunto y es que los respetados trabajadores están llevando a cabo una guerra de zapa contra el poder soviético y eso, querido camarada Shólojov, ésta es una guerra a muerte. Que siga usted bien. Le estrecha la mano. Suyo Iósif Stalin”. (Clasificado con el nº 3-61/549-194)


Esta pesadilla de terror sucedió hace 70 años, por obra y gracia de un sanguinario déspota que se autoproclamaba “progresista y proletario”. Finalmente, ese imperio del mal se derrumbó solo, sin que nadie lo atacara. La locura humana no tiene límites cuando quiere acumular poder y pretende poner de rodillas a todo el mundo. Sólo la muerte pone un piadoso final a tanta desolación.



Por Antonio I. Margariti, economista y autor del libro “Impuestos y pobreza. Un cambio copernicano en el sistema impositivo para que todos podamos vivir dignamente”, editado por la Fundación Libertad de Rosario. (1) F. Kupferman. “Au pays des Sovietes, Le voyage français en Union Soviétique”, Gallimard, París, 1939. (2) Stéphane Courtuois y otros, traducido al español, “El libro negro del comunismo, crímenes, terror y represión” , Édit. Robert Laffont, París, 1997, Espasa-Calpe, Madrid, 1998. (3) A. Graziosi. “Lettres de Kharkov, La famine en Ukraine à travers les rapports des diplomates italiens 1932-1934, Cahiers du Monde junio 1989.



PARECIDO A LO QUE ESTÁ PASANDO ACÁ, NO?

Es como si Néstor y Cristina hubiesen usado el "Manual Stalin Ilustrado".

Recordemos que NK dijo "Quiero ver de rodillas a los del campo"


Finalmente les recomiendo la película Doctor Zhivago, que también tiene que ver con todo lo que nos está pasando...